El sitio de Algeciras fue el primero de muchos sitios de la ciudad por parte de las fuerzas cristianas en el largo período de la Reconquista española. El sitio, ordenado por el rey Alfonso X de Castilla, también conocido como "el Sabio", fue una infructuosa campaña militar iniciada por el Reino de Castilla con el objetivo de expulsar a los benimerines de Algeciras. El sitio de Algeciras, entonces conocida por los musulmanes como Al-Jazira Al-Khadra, tenía una importancia estratégica porque Algeciras había sido en ese momento la principal fortaleza y lugar de desembarco de las tropas africanas de refuerzo en la Península Ibérica. Castilla, que disponía de una poderosa armada de navíos anclada en la Bahía de Gibraltar para bloquear dicho refuerzo, había visto pocos días antes del asedio, ver arrasada esa flota por el almirante musulmán Abu Yusuf Yaqub en la Batalla Naval de Algeciras.
La Reconquista (portugués y español para "reconquista") fue un período en la historia de la Península Ibérica de aproximadamente 781 años de guerra entre cristianos y musulmanes españoles entre la conquista omeya de Hispania en 711, la expansión de los reinos cristianos en toda Hispania, y la caída del reino nazarí de Granada en 1492.
El comienzo de la Reconquista se marca tradicionalmente con la Batalla de Covadonga (718 o 722), la primera victoria conocida en Hispania por fuerzas militares cristianas desde la invasión militar de 711 emprendida por fuerzas combinadas árabe-bereberes. La rebelión encabezada por Pelagio derrotó a un ejército musulmán en las montañas del norte de Hispania y estableció el Reino cristiano independiente de Asturias. A finales del siglo X, el visir omeya Almanzor emprendió campañas militares durante 30 años para subyugar a los reinos cristianos del norte. Sus ejércitos asolaron el norte, saqueando incluso la gran Catedral de Santiago de Compostela. Cuando el gobierno de Córdoba se desintegró a principios del siglo XI, surgieron una serie de pequeños estados sucesores conocidos como taifas. Los reinos del norte aprovecharon esta situación y se adentraron en al-Andalus; fomentaron la guerra civil, intimidaron a las debilitadas taifas y les hicieron pagar grandes tributos (parías) por "protección".
Tras un resurgimiento musulmán en el siglo XII, los grandes bastiones moriscos del sur cayeron ante las fuerzas cristianas en el siglo XIII tras la decisiva batalla de Navas de Tolosa (1212) —Córdoba en 1236 y Sevilla en 1248— dejando sólo el enclave musulmán de Granada como estado tributario por el sur. Después de 1492, toda la península estuvo bajo el control de gobernantes cristianos. A la conquista siguió una serie de edictos (1499-1526) que forzaron la conversión de los musulmanes en España, que luego fueron expulsados de la Península Ibérica por los decretos del rey Felipe III en 1609. Asimismo, el 30 de julio de 1492, todos los La comunidad judía, unas 200.000 personas, fueron expulsadas por la fuerza.
A partir del siglo XIX, la historiografía tradicional ha utilizado el término Reconquista para lo que antes se consideraba una restauración del Reino visigodo sobre los territorios conquistados. El concepto de Reconquista, consolidado en la historiografía española en la segunda mitad del siglo XIX, se asoció al desarrollo de una identidad nacional española, enfatizando aspectos nacionalistas y románticos.