La masacre de Novye Aldi fue una masacre en la que las fuerzas federales rusas ejecutaron sumariamente a decenas de personas en el suburbio de Novye Aldi (Aldy) de Grozny, la capital de Chechenia, en el curso de una operación de "limpieza" (zachistka) realizada allí el 5 de febrero de 2000, poco después del final de la batalla por la ciudad. Como resultado de un ataque mortal de las fuerzas policiales especiales, entre 60 y 82 civiles locales fueron asesinados y al menos seis mujeres fueron violadas. Numerosas casas también fueron quemadas y propiedad civil robada de manera organizada. La investigación oficial sobre la masacre de Aldi estableció que la "operación de barrido" allí fue realizada por la policía paramilitar de OMON desde la ciudad de San Petersburgo, en el norte de Rusia (posiblemente también desde el sur del Óblast de Riazán). A partir de 2016, las autoridades rusas no habían hecho que nadie rindiera cuentas por el crimen. La culpabilidad del estado ruso en los asesinatos de Aldi y la denegación de justicia a las víctimas se estableció formalmente en dos sentencias diferentes del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en 2006-2007.