La batalla de Gravelines se libró el 13 de julio de 1558 en Gravelines, cerca de Calais, Francia. Ocurrió durante la guerra de doce años entre Francia y España (1547-1559).
La batalla resultó en una victoria de las fuerzas españolas, dirigidas por Lamoral, conde de Egmont, sobre las francesas, dirigidas por el mariscal Paul de Thermes. Los españoles fueron apoyados por la armada inglesa, que abrió fuego contra los franceses cuando llegaron a las dunas de arena en Gravelines. Tras el dominio de las fuerzas españolas, dirigidas por el duque Emmanuel Philibert de Saboya, en la batalla de San Quintín, Enrique II de Francia preparó su venganza. Reclutó un nuevo ejército en Picardía, que puso en manos de Luis Gonzaga, duque de Nevers. Pidió apoyo naval al sultán otomano y animó a los escoceses a invadir Inglaterra desde el norte. Francisco, duque de Guisa, arrebató el puerto de Calais a los ingleses y se movió para capturar la ciudad de Thionville en el ducado de Luxemburgo de Felipe II el 22 de junio de 1558. El mariscal de Thermes invadió con otro ejército compuesto por 12.000 soldados de infantería y 2.000 de caballería, armados con una considerable cantidad de artillería. Después de cruzar el río Aa en su desembocadura, de Thermes ordenó a su ejército que conquistara Dunkerque y Nieuwpoort, amenazando así a Bruselas. Se informa que un ejército español interceptaría más tarde al ejército del duque en el río Aa.