El ataque con morteros de Dobrinja fue una masacre que ocurrió a las 10:20 am del 1 de junio de 1993, en Dobrinja, un suburbio al oeste de Sarajevo en Bosnia y Herzegovina. Se dispararon dos proyectiles de mortero desde posiciones ocupadas por los serbios, que alcanzaron un campo de fútbol donde los jóvenes organizaban un juego improvisado el primer día de la festividad musulmana Kurban Bajram. Aproximadamente 200 personas asistieron para ver el partido. Naciones Unidas situó en 13 el número oficial de muertos por el ataque con morteros (las noticias de la época publicaban cifras que oscilaban entre 11 y 15 muertos), con 133 heridos. En ese momento, fue el evento más mortífero que involucró a civiles desde la imposición de sanciones contra la República Federativa de Yugoslavia por parte de las Naciones Unidas un año antes.