La manía del baile (también conocida como peste del baile, coreomanía, danza de San Juan, tarantismo y danza de San Vito) fue un fenómeno social que se produjo principalmente en Europa continental entre los siglos XIV y XVII. Se trataba de grupos de personas que bailaban de forma errática, a veces miles a la vez. La manía afectó a adultos y niños que bailaban hasta desplomarse por el cansancio y las heridas. Uno de los primeros brotes importantes fue en Aquisgrán, en el Sacro Imperio Romano Germánico (en la actual Alemania), en 1374, y se extendió rápidamente por toda Europa; un brote particularmente notable ocurrió en Estrasburgo en 1518 en Alsacia, también en el Sacro Imperio Romano Germánico (ahora Francia).
La manía del baile, que afectó a miles de personas a lo largo de varios siglos, no fue un evento aislado y estuvo bien documentada en informes contemporáneos. Sin embargo, no se entendió bien y los remedios se basaron en conjeturas. A menudo, los músicos acompañaban a los bailarines, debido a la creencia de que la música trataría la manía, pero esta táctica a veces resultó contraproducente al alentar a más a unirse. No hay consenso entre los estudiosos de hoy en día sobre la causa de la manía por bailar. desde cultos religiosos detrás de las procesiones hasta gente bailando para aliviar el estrés y olvidarse de la pobreza de la época. Se especula que fue una enfermedad psicógena masiva, en la que se observan síntomas físicos sin causa física conocida que afectan a un grupo de personas, como una forma de influencia social.