El incendio del estadio de Bradford City ocurrió durante un partido de la Tercera División de la Liga de Fútbol entre Bradford City y Lincoln City el sábado 11 de mayo de 1985 en el estadio Valley Parade en Bradford, West Yorkshire, Inglaterra, matando a 56 espectadores e hiriendo al menos a 265. El estadio fue conocido por su diseño e instalaciones anticuados, que incluían el techo de madera de la tribuna principal. También se habían dado advertencias previas sobre una gran acumulación de basura en la cavidad debajo de los asientos en la grada. La grada había sido oficialmente condenada y debía ser reemplazada por una estructura de acero después de que terminara la temporada.

El partido contra Lincoln City, el último partido de esa temporada, había comenzado en un ambiente de celebración con el equipo local recibiendo el trofeo del campeonato de Tercera División. A las 15.40 horas, el comentarista de televisión John Helm comentó sobre un pequeño incendio en la tribuna principal; en menos de cuatro minutos, con las condiciones de viento, el fuego había envuelto toda la grada, atrapando a algunas personas en sus asientos. En el pánico masivo que siguió, las multitudes que huían escaparon al campo, pero otros en la parte trasera de la grada intentaron derribar las puertas de salida cerradas para escapar. Muchos murieron quemados en las puertas de los torniquetes, que también se cerraron después de que comenzó el partido. Hubo muchos casos de heroísmo, con más de cincuenta personas recibiendo más tarde premios policiales o elogios por su valentía.

El desastre condujo a nuevos y rígidos estándares de seguridad en los estadios del Reino Unido, incluida la prohibición de nuevas tribunas de madera. También fue un catalizador para la remodelación y modernización sustancial de muchos campos de fútbol británicos en los siguientes treinta años. Bradford City continúa apoyando a la unidad de quemados de la Universidad de Bradford como su organización benéfica oficial.