El brote de violencia de São Paulo de 2006 comenzó la noche del 12 de mayo de 2006 en São Paulo, Brasil, la ciudad más grande de América del Sur. Fue uno de los peores brotes de violencia registrados en la historia de Brasil (y ha sido llamado el peor) y estuvo dirigido contra las fuerzas de seguridad y algunos objetivos civiles. Para el 14 de mayo, los ataques se habían extendido a otros estados brasileños, incluidos Paraná, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais y Bahía (esto sin vínculos directos con la organización criminal PCC).

La violencia comenzó después de que cuarenta policías de São Paulo fueran asesinados por la violencia de las pandillas. Posteriormente, los policías buscaron dar con los pandilleros detrás de los hechos delictivos. En el proceso, surgió una situación de violencia que generó un enfrentamiento entre los agentes del orden y los delincuentes y se cobró la vida de más de 150 personas.

La ola de violencia, una de las peores en la historia de Brasil, recibió una amplia cobertura mediática nacional e internacional, y este hecho, sumado a la falta de información del gobierno del estado de São Paulo, provocó un pánico masivo entre la población. El gobernador del estado, Cláudio Lembo, fue duramente criticado por la prensa por la lenta respuesta a la violencia, por la falta de comunicación entre las fuerzas de seguridad, por la falta de información, a la prensa y al público en general, y por la mala gestión de la crisis.