En mayo de 2012, dos grandes terremotos azotaron el norte de Italia, causando 27 muertos y daños generalizados. Los eventos se conocen en Italia como los terremotos de Emilia de 2012, porque afectaron principalmente a la región de Emilia.

El primer terremoto, de magnitud 6,1, se produjo en la región de Emilia-Romaña, a unos 36 kilómetros (22 millas) al norte de la ciudad de Bolonia, el 20 de mayo a las 04:03 hora local (02:03 UTC). El epicentro fue entre Finale Emilia, Bondeno y Sermide. Ocurrieron dos réplicas de magnitud 5.2, una aproximadamente una hora después del evento principal y otra aproximadamente once horas después del evento principal. Siete personas murieron.

Un terremoto de magnitud 5,8 golpeó la misma zona nueve días después, el 29 de mayo, causando veinte muertes adicionales y daños generalizados, en particular en edificios ya debilitados por el terremoto del 20 de mayo. El epicentro fue en Medolla: el terremoto en sí ocurrió a una profundidad de unos 10 kilómetros (6,2 millas)