La Vigésima Quinta Enmienda (Enmienda XXV) a la Constitución de los Estados Unidos se ocupa de la sucesión presidencial y la discapacidad.
Aclara que el vicepresidente se convierte en presidente si el presidente muere, renuncia o es destituido de su cargo, y establece cómo se puede cubrir una vacante en el cargo de vicepresidente.
También prevé la transferencia temporal de los poderes y deberes del presidente al vicepresidente, ya sea por iniciativa del presidente solo o por iniciativa del vicepresidente junto con la mayoría del gabinete del presidente. En cualquier caso, el vicepresidente se convierte en presidente interino hasta que los poderes y deberes presidenciales le sean devueltos al presidente.
La enmienda fue presentada a los estados el 6 de julio de 1965 por el 89º Congreso y fue adoptada el 10 de febrero de 1967, día en que el número requerido de estados (38) la había ratificado.