El terremoto de Alepo de 1138 fue uno de los terremotos más mortíferos de la historia. Su nombre se tomó de la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, donde se produjeron la mayoría de las bajas. Aunque el terremoto causó daños y caos en muchos otros lugares alrededor de Siria, como Turquía, una ciudad que habían construido los cruzados europeos, y Damasco. El terremoto ocurrió el 11 de octubre de 1138 y fue precedido por un terremoto más pequeño el día 10. Con frecuencia aparece como el tercer terremoto más mortífero de la historia, después de los terremotos de Shensi y Tangshan en China. Sin embargo, la cifra de 230.000 muertes informada por Ibn Taghribirdi en el siglo XV probablemente se base en una combinación histórica de este terremoto con los terremotos de noviembre de 1137 en la llanura de Jazira y el gran evento sísmico del 30 de septiembre de 1139 en la ciudad transcaucásica de Ganja. .