El accidente ferroviario de Ladbroke Grove (también conocido como accidente ferroviario de Paddington) fue un accidente ferroviario que ocurrió el 5 de octubre de 1999 en Ladbroke Grove en Londres, Inglaterra, cuando dos trenes de pasajeros chocaron casi de frente después de que uno de ellos había pasado una señal en peligro. Con 31 personas muertas y 417 heridas, sigue siendo uno de los peores accidentes ferroviarios en la historia británica del siglo XX. Fue el segundo gran accidente en la Great Western Main Line en poco más de dos años, el primero fue el accidente ferroviario de Southall de septiembre 1997, unas pocas millas al oeste de este accidente. Ambos choques se habrían evitado mediante un sistema operativo de protección automática de trenes (ATP), cuya instalación más amplia se rechazó por motivos de costos. Esto dañó gravemente la confianza del público en la gestión y regulación de la seguridad del sistema ferroviario privatizado de Gran Bretaña.

Lord Cullen realizó una investigación pública sobre el accidente en 2000. Dado que los accidentes de Paddington y Southall habían reabierto el debate público sobre la ATP, también se llevó a cabo una investigación conjunta separada que consideró el problema a la luz de ambos accidentes en 2000; confirmó el rechazo de ATP y la adopción obligatoria de un sistema más barato y menos efectivo, pero señaló un desajuste entre la opinión pública y el análisis de costo-beneficio.

La investigación de Cullen se llevó a cabo en dos bloques de sesiones, intercalando la 'investigación conjunta'; el primer bloque trataba del accidente en sí, el segundo bloque trataba de la gestión y regulación de la seguridad ferroviaria del Reino Unido; esto siempre había sido parte de los términos de referencia de la investigación, pero un nuevo accidente de tren en Hatfield en octubre de 2000 le dio una urgencia adicional. Se produjeron cambios importantes en las responsabilidades formales de gestión y regulación de la seguridad del transporte ferroviario del Reino Unido.