El Tratado de Alcáçovas (también conocido como Tratado o Paz de Alcáçovas-Toledo) fue firmado el 4 de septiembre de 1479 entre los Reyes Católicos de Castilla y Aragón por un lado y Alfonso V y su hijo, el Príncipe Juan de Portugal, por el otro.
Puso fin a la Guerra de Sucesión de Castilla, que terminó con una victoria de los castellanos en tierra y una victoria portuguesa en el mar. Los cuatro tratados de paz firmados en Alcáçovas reflejaron ese desenlace: Isabel fue reconocida como reina de Castilla mientras Portugal alcanzaba la hegemonía en el Océano Atlántico.
El tratado pretendía regular:
La renuncia de Alfonso V y de los Reyes castellanos al trono castellano y al trono portugués, respectivamente
La división del Océano Atlántico y los territorios de ultramar en dos zonas de influencia.
El destino de Juana de Trastámara
El contrato de matrimonio entre Isabel, la hija mayor de los Reyes Católicos, con Afonso, heredero del príncipe Juan. Ésta se conoció como Tercerias de Moura, e incluía el pago a Portugal de una compensación de guerra por parte de los Reyes Católicos en forma de dote matrimonial.
El indulto de los castellanos partidarios de Juana